Hasta que por una situación diferente y personal visité CREENCIA MÍSTICA y fue ahí donde me quitaron la venda y me abrieron la mente, para cambiar para bien y abrir las puertas a la prosperidad. Notaron que yo tenía un potencial grande para triunfar. Al contrario de maldecir, como lo hacía mi padre, ellos vieron la suerte que me rodeaba y no la había usado por la negatividad. Limpiaron mi aura, mi energía atada y me enseñaron a bendecir a Dios por todo lo que cada día me daba. Empecé a declarar abundancia, éxito y prosperidad en todos los aspectos y noté un cambio enorme día tras día y veo actualmente como fl uye todo lo bueno en mi vida.