El motivo de esta carta es para agradecer profundamente al Sanatorio Argentino por la calidad humana con la que fue atendido mi marido Abel Eduardo Nardini (lamentablemente fallecido el día 17/08/10) y todos mis familiares. Encontré pese a tanto dolor, que existen profesionales que se desviven por el bienestar del paciente, intentando darle calidad de vida, hasta ultimo momento. Voy a estar siempre agradecida al Doctor Raúl Semper, por estar siempre a nuestro lado; al grupo de Enfermeras de todos los turnos, por atender con tanto amor y profesionalismo; a todo el personal de Limpieza y Mantenimiento; personal de Vigilancia; Cuerpo Administrativo; Médicos de Guardia; personal de Terapia Intensiva. Gracias. A la gente les digo que hay que decir cuando nos atienden bien, porque es un estimulo para nosotros, y para todos aquellos que forman parte de ese Sanatorio, no siempre las cosas son malas, pese a no haber el desenlace que nosotros los familiares hubiésemos querido. Gracias Raúl S